Pako Pimienta: Sizigia
Del 3 SEP al 28 SEP, de lunes a viernes, de 17.30 a 20.30.
Inauguración viernes 3 SEP de 18.30 a 20.30. Entrada libre.
Sizigia es un fotolibro que pesa un kilo y medio. Lo puedes leer como una cita de Ackermann o como una cita de Moriyama o como una cita de los cientos de fotógrafos que han tenido algún grado de repercusión sobre el gusto fotográfico a lo largo de la historia de la fotografía. O puedes abismarte en lo que trae Pako Pimienta, en esa colección de imágenes excitantes, oscuras, provocativas, claustrofóbicas, transformadoras, inspiradas, agresivas, dulces, crípticas (seguro que avanzarás rápidamente por ti mismo como parte de la inacabable tarea de etiquetado emocional que asola nuestro tiempo)… ¡Y acusar el contragolpe!
Tres partes, tres dolores, tres viajes, tres planetas en conjunción. Y, en la vida, la muerte.
Sizigia es fotografía de redención. Ese tipo de fotografía que rompe todos los espejos en los que tratamos de capturar nuestras instantáneas preferidas del periplo del yo. Sizigia es risa y llanto. Pero, antes que cualquier otra cosa y después de todo, Sizigia es un baile.
Pep Paramos
«Quién me siga, andará entre tinieblas»
(August Strindberg).
1.- Sizigia.
En astronomía es una situación en la que tres objetos celestes, o más,
están alineados. En el caso de un planeta es el momento de la conjunción
y de la oposición planetaria.
Tres años, tres pérdidas, tres golpes certeros directos al corazón que
cambia mi concepción del mundo y su relación con el universo.
Sizigia es un viaje necesario e ineludible a un encuientro conmigo mismo.
Trata sobre la mutación de la percepción que sutre el fotógrafo y por ende
la persona ante estas tres poderosas ausencias, y que irremediablemente
conducen a un viaje al fin de la noche, en principio con destino incierto
donde acaba por revelarse la existencia de la mano invisible que dirige
mis pasos por un camino lleno de abrojos.
«El miedo ha sido mi pasión».
(Roland Barthes)
2.- Mi cámara.
Mi cámara que habitualmente es instrumento de análisis y crítica,
con la que desarrollo mi labor diaria de fotoperiodista de provincias,
muta conmigo, convirtiéndose en indispensable aliada de supervivencia.
Se refiere a las relaciones entre el mundo material y el espiritual.
Ahora es una extensión de mí mismo. Ama y odia conmigo, se acompasa
a mi respiración y consigue liberarse del peso del acto fotográfico.
Aqui no queda espacio para girarse, no se piensa, se actúa.
«La cámara está forzada a vérselas con lo obscuro y lo sombrío,
con los espectros y las apariencias».
CViulem Flusser).
3.- El acto fotográfico
Aturdido, deja de interesarme lo habitual. Solo, reacciono ante el momento
previo o inmediatamente posterior a lo que sucede,
puesto que también sucede. Lo efimero.
Desaparece la disposición de hacer fotografía, de ser fotógrafo,
y acaba por desvanecerse el habitual modus operandi para la creación
de lo que parece ser una arrolladora nueva consciencia.
El resultado, la mayoría de las veces, es una alucinación.
Una falsa realidad que conduce a la verdadera intención de querer retratar.
«En fotografía no debe existir la lógica sino la atracción,
por eso lo efímero es brutal y tan adictivo».
(Michael Ackermann)
4.- Sobre la fotografia.
Polisémica..
Pura invención.
Mensaje sin código.
Tlógica, nunca acaba en sí misma.
Correspondencia ad infinitum entre las cosas más dispares.
Pierde su carácter artístico, y se transforma en un combate
contra el tiempo, contra mí mismo.
«El tiempo es la sustancia de que estoy hecho.
El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río;
es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre;
es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego».
(Jorge Luis Borges)
5.- El encuentro.
No justificar.
Extraer lo invisible.
Romper lo establecido.
Crear lanueva consciencia.
Búsqueda de mi verdad y mi libertad.
Potenciar las voces para destruir los ecos.
Importan las preguntas, nunca las respuestas.
No tengo nada que demostrar ya que lo inútil no es igual
a intrascendente.
«Quién no entienda el azar, no ha comprendido nada».
(Jose Manuel Navia)
6.- En la palabra.
Inferno de August Strindberg.
Viaje al fin de la noche de Louis Ferdidand Celine.
El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad.
«No eran mis fuerzas las que requerían cuidados,
sino mi imaginación la que necesitaba consuelo».
(Joseph Conrad)
7.- En el corazón,
Todas las cosas del mundo de Ricky Dávila.
«A la fotografía se llega por necesidad».
(Ricky Dávila)
Pako Pimienta